«Un crucerista» es el término que empleamos para referirnos a aquellos viajeros que, a bordo de un crucero, recorren diferentes puertos y exploran el mundo. En el frío invierno de 1955, entre el 4 y 5 de julio, un misterioso crucerista decidió visitar Montevideo.
A lo largo de siglos, los visitantes que han atracado en nuestros puertos han sentido una atracción irresistible por conocer nuestras tierras. En cada viaje, han dejado a su paso diarios de viaje, dibujos y, en tiempos más recientes, fotografías.
Aunque desconocemos su nombre, nos hemos encontrado con unas pocas pero valiosas fotografías que capturan la esencia de nuestro Montevideo por aquellos dias.