Desde el 15 de octubre de 1951 en que se aprobó la Ley que autoriza a la UTE a monopolizar el servido telefónico del país, ese adminiculo que en el trajín de nuestra vida moderna se ha convertido en artículo de “primera necesidad», es el elemento por excelencia mediante el cual se establecen las comunicaciones entre los uruguayos.
Evidentemente, cuando Graham Bell efectuó la primera conversación telefónica no sospechaba que a miles de kilómetros de distancia iban a tener lugar, modificaciones mediante, 5/4 de millón de comunicaciones diarias en una pequeña ciudad a miles de kilómetros de distancia.
De lo «democrático“ de este servicio es índice los 92.000 aparatos que hay en Montevideo y los 20.000 del interior, los que se verán aumentados a 117.000, para Montevideo solo, hacia fines del año próximo, de acuerdo al plan que la UTE está llevando a cabo. Es de destacar que posiblemente ésta de los teléfonos sea de las pocas actividades de utilidad nacional que se realizan de acuerdo a planes elaborados por técnicos nacionales y que si estos planes se cumplen con retraso es debido pura y exclusivamente a algo para nosotros desconocido: «no hay rubro», y no a las eternas historias de incapacidad, lentitud de trámite burouático, bajo rendimiento, etc., etc.
En la actualidad se está estudiando un nuevo plan maestro para Montevideo que tratará de contemplar las zonas que más agudamente sufren la falla de teléfonos, como lo son las del Este de Montevideo, y la Central Paso Molino y sus derivados. Este plan, todavía a estudio, se hara en base a estadísticas compiladas por UTE y abarcará un período de 10 años de trabajos. EI costo de un plan semejante, calcule Ud. cuál será, si cada aparato instalado significan u$s 100.00 de instalaciones en Central más u$s 10.00 a 15.00 por cada aparato instalado en la casa, a los que hay que sumar las líneas de la calle, los bornes, etc., lo que redondea en una cifra aproximada, en más o en menos, a los u$s 300.00. Además dicho plan contemplaría la instalación de 600 nuevos monederos públicos (Montevideo cuenta con 400 lo que la llevaría a un total de 1000, que son los que se calcula que Montevideo necesita) y cada monedero cuesta aparte de los u$s 300.00 u$s 100.00 más y que la UTE pierde en cada llamada $ 0.27.
Dentro de todo, los montevideanos tienen sus preferencias. Las mayores concentraciones de llamadas se producen entre las 10 y las 11 y las 16 a 17 en el invierno y solamente de 10 a 11 en el verano; estas cifras son promediales para todo Montevideo ya que en zonas netamente residenciales como Carrasco por ejemplo, la mayor concentración se produce en horas de la noche.
Si bien el último censo nos dice de nuestra tremenda macrocefalia urbana se producen más llamadas del interior a Montevideo que de Montevideo al interior. 200.000 para el primer caso y 110.000 mensuales para el otro, produciéndose la máxima concentración en los meses de abril a octubre. Si bien del interior se «llama» mucho para Montevideo también entre sus localidades «no se quedan cortos»: 250.000 en un mes. ¿Culpa del Correo? Es interesante destacar que cuanto mayor es al distancia que hay entre dos puntos (mayor también es el costo) mayor también es el tiempo que se emplea en las comunicaciones el que aumenta progresivamente después de los tres minutos dieciocho segundos que promedialmente se emplean entre los 100 y los 150 kilómetros.
En cuanto a las telecomunicaciones con el exterior los montevideanos superarnos abiertamente a los del interior: 24.000 mensuales contra apenas 6000.
Oue los teléfonos no marchan tan mal como la mayoría de nosotros suponemos es demostrado por las llamadas que se hacen al servicio de reclamos, las cuales no alcanzan a las 700 diarias para todo Montevideo (del interior no hay datos), de las cuales son ciertas no más de 500 y muchas de ellas se producen porque no se consigue línea, la cual se consigue, de pronto, con sólo esperar un minio más ya que por cada 2000 abonados en Montevideo hay 150 lineas diferentes de salida; y otras se producen porque a lo mejor en ese momento el abonado con el cual uno se está queriendo comunicar está haciendo una de sus dos llamadas diarias (promedialmente) a «la señal indicará…»
En la actualidad la UTE está trabajando con equipos cuya edad oscila entre los años 1933 y 1960 pasando por los de los de los años 38. 45 y 52 que son la mayoría.
Una de las grandes dificultades con las que lucha es que no hay en el Uruguay ninguna escuela, a ningún nivel, de la que salga un mecánico telefónico recibido, ni siquiera de la Universidad del Trabajo y en ese sentido es de destacar que le lleva a la UTE preparar un técnico competente un promedial de 8 a 10 años lo que se vería reducido a la mitad si hubiese una escuela especializada, creemos que la Universidad del Trabajo o la Facultad de Ingeniería deberían encarar este problema. Del nivel de los técnicos «por experiencia» que desempeñan esas funciones habla el hecho de que durante la guerra cuando ni había un solo repuesto, ni un solo teléfono de Montevideo dejó de funcionar, lo que si aconteció en algunas ciudades del mundo.
Otro punto para la «celeste».
Escrito por León Elpern en la revista Gaceta de la Universidad, enero de 1965