Construido en el año 1907, este edificio se desarrolla en dos niveles y un subsuelo, destinado originalmente a albergar las instalaciones del Banco Popular del Uruguay. Su imponente estructura aborda las fachadas con una exquisita ornamentación, reflejando influencias del modernismo catalán, posiblemente vinculado a la nacionalidad de su diseñador.

En 1910, una ampliación a lo largo de la calle 25 de Mayo mantuvo la esencia del edificio original. Desde 1910 hasta 1990, periodo en el cual se inició su restauración para convertirse en las oficinas del MVOTMA, experimentó cambios internos y en su fachada. A pesar de estas modificaciones, ha logrado conservar sus características esenciales.

Ubicado en una de las esquinas más destacadas de la Ciudad Vieja, este edificio contribuye significativamente a la configuración del paisaje urbano. Presenta un estado de conservación que se puede catalogar como bueno, especialmente considerando su historia y las transformaciones a las que ha sido sometido.

Inventario Ciudad Vieja