El Parque Hotel del Parque Rodó, ubicado en el corazón de Montevideo, es testigo del paso del tiempo y la evolución de esta icónica estructura y su entorno. Dos imágenes superpuestas, separadas por una línea imaginaria, nos permiten explorar dos épocas distintas: la década de 1920 y el año 2022. Al deslizar esta línea hacia la derecha, podemos contemplar su glorioso pasado, mientras que hacia la izquierda, descubrimos su presente. A simple vista, la apariencia general del edificio y la zona circundante parece inmutable, pero un análisis más detenido revela una fascinante historia de transformación.
El Parque Hotel en la Década de 1920: Esplendor y Elegancia
Al desplazar la línea imaginaria hacia la derecha, somos transportados a la década de 1920, una era en la que el Parque Hotel irradiaba esplendor y era el punto de encuentro de la alta sociedad montevideana. El edificio, en su juventud, era un faro de elegancia y sofisticación. La belleza de su arquitectura se combina con la opulencia de los eventos que albergaba, marcando un capítulo dorado en la historia de Montevideo.
El Parque Hotel en 2022: Un Cambio de Rumbo
En contraste, al mover la línea hacia la izquierda, llegamos al presente, el año 2022. Aquí, el Parque Hotel ha experimentado una notable transformación en su propósito. En lugar de albergar a la alta sociedad, el edificio se ha destinado al Parlasur, el Parlamento del Mercosur. A pesar de los cambios en su función, el edificio se ha mantenido en un aparente buen estado, un testamento a la calidad de su construcción original.
Una Lamentable Limitación de su Uso
Sin embargo, es lamentable que este majestuoso edificio no pueda utilizarse para eventos, espectáculos, museos temporales o charlas públicas. Su historia y belleza arquitectónica merecen ser compartidas y apreciadas por las generaciones presentes y futuras.
El Parque Hotel: Un Hit en la Playa Ramírez
Tanto en su época de esplendor como en la actualidad, el Parque Hotel sigue siendo un punto de referencia inconfundible para aquellos que pasean por la playa Ramírez. Su presencia imponente y su historia rica lo convierten en un icono que se niega a pasar desapercibido.