El Palacio Tapie, actualmente conocido como “Edificio Santiago de Chile”, es una obra maestra diseñada por el arquitecto Vázquez Echeveste. Este edificio, ubicado en la esquina de Santiago de Chile y Constituyente, destaca tanto por su valor arquitectónico como por su integración en el entorno urbano de Montevideo.
Historia y Ubicación
El permiso de construcción para el Palacio Tapie fue otorgado en 1933 y la obra se completó en 1934. Originalmente, la planta baja albergaba el Banco de la Caja Obrera, y a lo largo de los años, ha sido sede de diversas entidades bancarias, incluyendo actualmente una sucursal del Banco Comercial.
El edificio se encuentra en una ubicación estratégica en el centro de Montevideo, en la proa generada por las calles 18 de Julio, Constituyente y Santiago de Chile, justo frente a la explanada del Palacio Municipal. Este posicionamiento genera un cambio en la trama urbana y añade singularidad al edificio.
Diseño y Arquitectura
El diseño del Palacio Tapie responde a una configuración clásica tripartita con basamento, desarrollo y remate. El basamento, que abarca la planta baja y un entrepiso, está resuelto con granito negro y alberga el local comercial y el hall de entrada a los apartamentos.
El desarrollo del edificio está compuesto por plantas tipo que se repiten, adornadas con ornamentos, relieves y balcones que crean un interesante juego de volúmenes entrantes y salientes. La fachada se completa con una fuerte cornisa que recorre todo el edificio, rematada por un mirador en la esquina, aunque este último ha sido alterado de su diseño original.
Estilo Art Decó
El Palacio Tapie presenta fuertes influencias del estilo Art Decó, particularmente visible en las decoraciones geométricas de la fachada en la esquina y en el cinematográfico hall de doble altura. Este estilo, caracterizado por su elegancia y geometría, se refleja en la atención al detalle y en la ornamentación del edificio.
Integración Urbana
Una de las características destacadas del Palacio Tapie es su integración con el entorno urbano. Vázquez Echeveste se preocupó por que el edificio conviviera armoniosamente con los edificios vecinos, proponiendo una cornisa en las fachadas a nivel del entrepiso que retoma las alturas de los edificios linderos. Además, el edificio mantiene la línea de fachada tanto en la calle Constituyente como en la calle Santiago de Chile, ocupando la gran mayoría del terreno disponible.
En resumen, el Palacio Tapie es una joya arquitectónica que no solo destaca por su diseño y estilo, sino también por su integración cuidadosa y respetuosa con el entorno urbano de Montevideo. Su historia y su arquitectura continúan siendo un punto de referencia y un atractivo en la ciudad.