En 1879, Cecilia Guelfi, una joven maestra metodista, creó y asumió la dirección de dos pequeñas escuelas evangélicas en Montevideo. La profunda vocación de servicio cristiano de Cecilia marcó su labor, y en tan solo nueve años, ya había establecido 13 nuevos establecimientos escolares. Aunque Cecilia murió joven, su hermano Antonio continuó su obra. Posteriormente, las diversas escuelas se unificaron en el Liceo Evangélico para niñas, gracias a las misioneras norteamericanas Minnie Hyde y Mary Bowen, quienes incluyeron la enseñanza del inglés en el nuevo proyecto.
Crecimiento y Consolidación
A medida que los servicios educacionales del Instituto Crandon se expandían, se crearon nuevas divisiones, como el Jardín de Infantes en 1894. El crecimiento continuo llevó a la necesidad de un nuevo edificio, y en 1922, se inauguró el tradicional edificio ubicado en las avenidas 8 de Octubre y General Garibaldi. Este edificio se convirtió en un ícono de la ciudad y una piedra angular para la educación metodista en Uruguay.
El Edificio de 8 de Octubre y Garibaldi
El 26 de junio de 1906, se inauguró el edificio del Liceo Evangélico en Soriano 1227, pero pronto se vio que era insuficiente para la demanda. En 1916, se adquirió un terreno de 15,000 m² en la esquina de 8 de Octubre y General Garibaldi, pese a las críticas iniciales de que estaba demasiado lejos del centro de la ciudad. La construcción comenzó en enero de 1921, bajo la supervisión de los arquitectos Holt y Poole y el ingeniero Alberto F. Canessa, y se completó sorprendentemente rápido. El nuevo edificio fue inaugurado el 15 de marzo de 1922.
Características del Edificio
El nuevo edificio del Instituto Crandon era innovador y vanguardista para su época. Contaba con once salones de clase, un gimnasio con instalaciones modernas, un salón de reuniones llamado Graff Hall, un internado con capacidad para 50 pupilas y 9 maestras, laboratorios de ciencias y economía doméstica, y varias salas para música y otras actividades. La infraestructura también incluía una enfermería, comedores, una cocina grande, y espacios administrativos y de servicio.
Impacto y Legado
Desde su fundación, el Instituto Crandon ha sido un pilar en la educación metodista en Uruguay, destacándose por su compromiso con la excelencia académica y el desarrollo integral de sus estudiantes. La escuela ha evolucionado con el tiempo, pero su misión de proporcionar una educación de alta calidad y sus valores metodistas han permanecido constantes. El edificio en 8 de Octubre y Garibaldi sigue siendo un símbolo de esta tradición educativa.
El Instituto Crandon continúa siendo una institución educativa de renombre en Montevideo, reflejando la visión y el legado de sus fundadores y los muchos educadores que han contribuido a su desarrollo a lo largo de los años.
FUENTE: https://www.crandon.edu.uy/