Homenaje popular a Tito Borjas

En la fachada del Estadio Centenario que da a la Avenida Ricaldoni, la afición deportiva colocó una hermosa placa de bronce en memoria del campeón de Wanderers, Tito Borjas. Pocas veces un deportista inspira tantas simpatías y estima como el extraordinario centro forward, que consagró su escuela magistral en las luchas formidables de la Olimpiada de Amsterdam.

Borjas tuvo el aprecio de los aficionados en general, no sólo por la habilidad de su técnica, su corrección y su espíritu vivaz y alegre, sino también por la consecuencia que demostró a Wánderers, permaneciendo firme bajo su emblema, con la esperanza de engrandecerlo en forma digna de los brillantes paladines de 1906
y 1909. En el reciente acto de homenaje pudo constatarse una vez más el profundo aprecio que contaba aquel inolvidable campeón. Los grabados muestran a Domingo Tejera, capitán de Wánderers y compañero de Borjas en su lucida actuación, llorando amargamente mientras escuchaba a los oradores; en el centro vemos una parte de la concurrencia y luego a Carlitos Bastos, otro wanderista abnegado, que pronunció elocuente discurso.

El día, 1932


Mini Biografía de Tito Borja

Tito Borjas (1897-1931) fue un destacado futbolista uruguayo, conocido por su papel en la obtención del oro olímpico en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928 con Uruguay. Comenzó su carrera en el equipo Uruguay Onward, luego pasó al Atlético Wanderers durante un período de división en el fútbol uruguayo. En 1923, ganó el campeonato uruguayo de la asociación disidente y se clasificó para enfrentar a San Lorenzo de Almagro en la Copa del Río de la Plata.

En 1925, formó parte de la gira europea del Club Nacional de Football, donde destacó con 17 goles en 14 partidos. Después de la reunificación del fútbol uruguayo, Borjas se unió a la selección nacional y anotó importantes goles en el Campeonato Sudamericano en Chile en 1926, donde Uruguay se consagró campeón.

En 1928, fue elegido por el público para ser el delantero titular en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam, donde se destacó al proporcionar dos asistencias cruciales en los goles contra Holanda y en la final contra Argentina. Uruguay ganó la final por 2-1, y una de sus asistencias se hizo famosa por la frase «Tuya, Héctor», dirigida a Héctor Scarone cuando le entregó el pase de gol.

En 1931, Borjas se coronó campeón nuevamente con Wanderers y fue convocado para jugar dos amistosos con la selección uruguaya, anotando dos goles. Trágicamente, falleció a causa de un ataque al corazón mientras observaba un partido desde la tribuna del Estadio Luis Franzini.

A lo largo de su carrera, Borjas tuvo una destacada trayectoria internacional, debutando con la selección en 1923 y participando en la Copa América de 1926, donde Uruguay se consagró campeón, así como en los Juegos Olímpicos de 1928. La final olímpica fue su último partido oficial con la selección uruguaya.

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