Podemos asegurar, ratificando una comprobación reciente, que existen en nuestro país algunos establecimientos fabriles cuya importancia no sólo representa un honor para el mismo, sino que les ha señalado puesto preminente en el concierto de la Industria universal, gracias a lo avanzado de los sistemas de producción y a las conquistas que, en muchos años de actividad progresista, han incorporado a su gestión.
Ocupa uno de los primeros rangos, entre esos establecimientos, la fábrica de calzados y artículos de cuero en general, fundada en Montevideo en el año 1860, por el hoy extinto don Antonio Marexiano y cuya denominación ha adquirido, dentro y fuera del país, un renombre que exluye a toda «reclame». Hace, en efecto, cincuenta y siete años que dicho señor, uno de los «pioneer» de la industria uruguaya, fundaba y dirigía personalmente, con un empleado y tres operarios, una pequeña fábrica de calzado. Y ese modesto impulso inicial, fue el precursor de la ahora importante empresa. Obra de constancia, de fe en el esfuerzo inteligente, ha seguido desarrollándose sin desmayos, hasta culminar en la creación de un establecimiento grandioso, en el cual se mejora cada día la capacidad productora, dentro de talleres siempre más perfectos. Allí, junto a las máquinas de los más recientes modelos, desarrollan hoy día su actividad fecunda, centenares de obreros.
Desde 1885, la fábrica ocupa el edificio construído exprofeso en la manzana de terreno que limitan las calles Lima, Paraguay, Rondeau y Nicaragua. Dentro del gran local, las secciones de zapatería, talabartería, valijería, etc., con sus correspondientes instalaciones, funcionan por separado, en varias plantas del edificio. El orden, la economía y, en una palabra, la correcta organización del trabajo, impresionan desde luego en aquella colmena humana, donde de 400 a 500 operarios, inclusos algunos pocos a quienes se les permite laborar en sus respectivos hogares (ancianos, mujeres y menores) encuentran ocupación saludable y bien remunerada, que representa un positivo seguro de subsistencia.
En la fábrica, que se halla bajo la dirección del señor Leopoldo De León, se ha consolidado el éxito de tan importante obra, a base de una liberal disciplina que, resguardando vitales intereses de la empresa, contempla las necesidades y aspiraciones legítimas de sus gestores, hasta los más modestos. La producción, cada vez más amplia, en razón directa de la extensión de los negocios, ha alcanzado un grado de perfección que no puede ser superado por su similar extranjera. En su empeño de lograrese rango, la casa Marexiano y Ca. adoptó recientemente en sus talleres las mismas máquinas norteamericanas con que se produce el calzado más perfecto de cuantos se introducen a la plaza; y como para tal adopción era imprescindible utilizar los conocimientos de verdaderos maestros, de aquella misma procedenia, costeó la venida y permanencia aquí de expertos profesionales. Con ellos inició en el manejo de las máquinas auna pléyade de aprendices criolos, que ahora son hábiles operarios formados en dicha escuela.
Aún más: transcurrido cierto tiempo y siguiendo siempre en su propósito de no omitir esfuerzo alguno para mantener la fábrica a la altura de la época, fue renovada toda aquella maquinaria, por tipos perfeccionados a último momento en la misma fuente de producción, invirtiendo otra vez considerable suma de dinero. La maquinaria, actualmente, se compone en su totalidad de los modelos más perfectos que en 1916 fueron producidos en Estados Unidos de Norteamérica para esta rama industrial, y se detallan así:
Zapatería – Una sección con un juego de de máquinas preparatorias, que comprende: máquinas de prensar, batir y planchar la suela; de cortar la suela en tiras; de cortar suelas y plantillas en escala progresiva de puntos y medios puntos; de cortar y ribetear moldes: de cortar y rebajar contrafuertes y puntas duras; de hacer calados; de hacer viras; de aparar; de hacer ojales y ribetearlos; de colocar ganchos y ojalillos, etc. Esta sección ocupa a 88 obreros, entre los cuales hay muchas señoritas aparadoras.
Una sección con un juego de máquinas sistema Goodyear Welt, para calzado fino punteado, que comprende: máquinas de abrir hendido a las plantillas; de preparar los cortes para armar; de armar; de armar las puntas duras; de recortar y asentar para el emplantillado; de emplantillar; de sacar semillas; de martillar las viras; de cementar; de pegar la suela con cemento; de recortar la suela y abrir el hendido; de puntear; de cerrar el hendido; de marcar el punto; de pasar la ruleta; de clavar la pestaña; de asentar la suela; de desvirar la pestaña; de hacer tacos; de prensar tacos; de clavar tacos.
Esta sección produce diariamente 250 pares de calzado fino y da trabajo a 35 operarios y 15 jóvenes ayudantes, con un jornal medio de $ 2,20 los obreros y $ 1,00 los muchachos ayudantes.
Otra sección, con un juego de máquinas para clavado o cosido Blake, a saber: una máquina de fiar viras; id. de abrir hendidos Blake; id. de preprar para armar; id. de armar: id. de asentar el armado; id. de fijar la suela; id. de clavar la suela; id. de asentar el clavado; id. de coser Blake; id. de clavar los tacos. Esta sección tiene una producción de 260 pares diarios y trabaja con 20 operarios y 7 ayudantes con un jornal medio de $ 2,00 los obreros y $ 0,80 los muchachos. La sección «conclusión», tiene las siguientes máquinas: de alambrar las tapas firmes; de desvirar tacos; de cortar boca tapas; de desvirar lisas (3 máquinas); de raspar boca tapas; de raspar tacos (3 máquinas); de pasar la ruleta; de pasar lisas (3 máquinas); de raspar las plantas (2 máquinas); de pulir las suelas (2 máquinas); de formar tacos (2 máquinas); de deformar las plantas (3 máquinas). Esta sección trabaja con 56 pbreros y 10 muchcachos ayudantes, con un jornal medio de $ 2,00 y 0,80 respectivamente. Esta sección concluye 500 pares diarios. La sección planchado y expedición trabaja con 10 mujeres. Talabartería, lomillería y anexos – Sección máquinas de coser: 5 máquinas «Singer» bobina central; 2 «Singer» bobina central, última modelo para guarniciones y talabartería en general; 1 Koch para arreos, etc.; 1 id. brazo para objetos cilíndricos; 1 columna para guarniciones, etc.; 2 «Singer» enlzadera horizontal. Máquinas para colocar remaches tubulares: una «Excelsior», brazo de 41 cms.; una de columna doble presión, brazo de 40 cms; una automática, brazo de 55 cms. Otras máquinas – 1 máquina de estamapr, a cilindros, presión de palancas, para dibujar caronas, faldas, asientos de sillas de comedor, etc.; 1 a cilindros, con chapa galvanoplástica, para granear cueros imitación piel de cerdo; 1 de presión a balancín, para estamapr y empleada también en la fábricación de tacos de cuero crudo para telares; 1 de lijar y esmerilar, dobles rolletes, para uso de la talabartería y en la terminación de tacos para telares; 1 para taladrar; 2 sierras sin fin, cortadoras de maderas para la fabricación de baúles.
Para poner en acción toda la maquinaria, la fábrica disponde de 2 calderas de vapor (40 y 70 HP), que funcionan alternativamente, y cuenta además con 9 motores eléctricos (70 HP) servidos por la gran Usina Eléctrica del Estado. La sección talabartería ocupa a 20 operarios en la fabricación de sillas de montar, equipos militares, sillas y recados modelos americanos, mejicanos y argentinos; riendajes de suela; polainas y pantorrilleras; equipos para carreras; cinchas y estriberas.
La sección lomillería trabaja con 30 operarios empleados en la fabricación de cirigotes, lomillos, bastos y recados porteños, caronas, riendajes, bozales y cabestros de cuero crudo y de cuero sobado, cinchas de piola, sobrepuestos, sobrecinchas, cinchones, cintos, tiradores, cinturones, cartucheras, encimeras, látigos y rebenques. La sección arneses de carruaje y de carro, está atendida por 10 operarios, para la confección arreos de «Sulky»; arreos para uno, dos o más caballos; para breack; comunes; con tiros a la cincha, modelos especiales para campaña y arreos con hebillajes de metal blanco o bronce, sencillos y de lujo; arreos para carros, todos los sistemas; pecheras; pretales; lomeras, cacharpas; bozales para pesebre y mantas para caballo. La sección valijería, cuenta con 15 operarios ocupados en la confección de valijas modelos «Suil», «Kil», «Brief», «Glastone»; cuadradas; de mano; valijas con necesarios de viaje y de todos los modelos conocidos; sacos para ropa usada; carteras para colegio, etc.
Banlería – Anexo baúles en blanco – Aserradero con 4 operarios para la construcción de baúles, armazones para valijas, etc. En la sección de adorno y terminación de baúles se fabrica toda clase de baúles, desde el común, cubierto de hojalata, para envase, hasta los baúles mas finos cubiertos de suela; baúles cabinas; baúles con listones curvos, tipo «Viena»; baúles «mundos» y «cómodas»; sombrereras para hombre y para señora; baúles muestrarios para calzado, perfumería, géneros y toda clase de mercadería. El personal de esta sección consta de 20 operarios.
Esta importante fábrica, tiene seguros contra incendios, con exclusión del edificio, por $ 150.000. Paga anualmente por seguro obrero $ 450 y por su giro comercial, la patente de $ 400. La casa central posee una póliza de seguro contra incendios por $ 120.000, correspondiéndole por patente de giro comercial $ 450. La casa central, donde tienen cabida las oficinas de contabilidad general, el depósito y exposción para la venta, está ubicada en calle Rincón esquina Juncal, donde ocupa tres pisos del hermoso edificio construido en 1906; los pisos restantes, son ocupados por socios de la firma y familias.
Comprende: escritorio, sección artículos de viaje, sección calzado, sección almacenes, sección expedición y sección ventas al detalle. Esta última solo incluye la talabartería y valijería, porque en calzados opera únicamente al por mayor. Esta Central, está dotada de un personal de 21 empleados y 10 viajantes, dedicados estos a recorrer la clientela de campaña, y llegando uno de ellos hasta Paaguay y otro al sud de la República Argentina.
Componen la razón social los señores José Ramasso (ex Ministro de Industrias), Antonio Marexiano, Leopoldo de León y la Sucesión de Aurelio Ciocca.
FUENTE: Revista del Ministerio de Industrias. Año V. Número 28. Enero-Febrero de 1917.