Fábrica La Italia

Entre las industrias fabriles que aquí se caracterizan por sus progresos constantes y su creciente contribución a la riqueza pública, destácase brillantemente la de la elaboración y manufactura tabacaleras. Y singularmente digna de mencionarse en esa rama, es la fábrica de cigarrillos y cigarros «La Italia», que funciona desde hace cerca de medio siglo en Montevideo, ahora bajo la dirección de su propietario, señor Miguel O. Oneto, de quien hemos obtenido los siguientes datos, tan sucintos como elocuentes, acerca de esa iportante empresa industrial.
El establecimiento «La Italia», hoy instalado en un amplio edificio de la calle Agraciada 2281, fue fundado allí mismo, el año 1869, por el señor José Oneto, padre del actual dueño. Contemplando sin interrupción las crecientes exigencias del consumo, la fábrica ha venido ampliando sucesivamente sus elementos de trabajo, hasta implantar la maquinaria moderna y abundante con que ahora cuenta, y que la coloca en primer rango entre sus congéneres. De igual manera, con el transcurso del tiempo y en términos paralelos al aumento de producción, la referida fábrica ha tenido que utilizar mayor número de personas y contribuir con sumas crecientes al tesoro del Estado, por concepto de impuestos y demás tributos legales. Actualmente se elaboran allí, tabacos importados, tipos Habano, Bahía, Virginia, Paraguayo, Río Grande, etc., y también los más selectos de nuestras vegas.


Los grabados intercalados en esta reseña, para complementar la demostración de la capacidad industrial, se refieren a:
Taller de empaquetamiento – Servido por una máquina «Eclipse», que tira 4000 paquetes por hora de labor.
Taller de picadura y secamiento – Con cuatro máquinas picadoras, inglesas, y una secadora, de fabricación belga, modelos recientes.
Taller de cigarrillos – En el que funciona una máquina «Bonzart», de gran rapidez.
Taller de cigarros de hoja – A cargo de operarios muy hábiles, que elevan a 100.000 la producción mensual de cigarros.
Sección de transporte – Ocho repartidores con sus correspondientes vehículos, atienden la distribución de los productos por toda la ciudad y el departamente de la capital. Otros tres, efectúan la misma tarea en la campaña, donde la casa tiene sucursal, sita en el departamento de Canelones.
Sección depósitos – Instalada con la neesaria amplitud y dentro de las exigencias legales, para el estanco y conservación de las materias primas.

El personal que actualmente ocupa esta fábrica, se compone de 70 obreros, entre hombres y mujeres. La producción normal es de 230 a 300 mil paquetes de tabaco de 50 gramos; 50 a 100.000 cajillas de cigarrillos; y hasta 150.000 cigarros de hoja. Por concepto de impuestos internos, ha aportado hasta $ 65.000 anuales a las rentas de la Nación. Los seguros contra riesgos y accidentes personales y siniestros materiales, representan también un buen tributo que la fábrica paga, sobre pólizas del Banco de Seguros del Estado. La fuerza motriz del establecimiento, tomada a la Usina Eléctrica Nacional, representa trece motores con un total de 20 HP, que impulsa toda la maquinaria.

La fábrica del señor Oneto, cuya descripción completa y minuciosa requeriría mayor espacio, da trabajo a muchos hogares humildes; contribuye, como queda explicado, a la prosperidad del erario público y ha llevado al extranjero un trasunto honroso de nuestra capacidad industrial, obteniendo como recompensas, medallas de oro en las exposiciones de Génova y Milán en 1914 y recientemente medalla de plata en la P.A. de San Franciso de California.

FUENTE: Revista del Ministerio de Industrias. Año IV. Número 19. Enero de 1916.

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