Evocamos en estas páginas el año 19OO. Un retazo del Montevideo de aquella época que se hace distancia en el tiempo, y se vuelve presencia en la fotografía. Es el antiguo «boquete» en el Puerto, situado a la altura de la hoy calle Julio Herrera y Obes. Próximo 8 la Estación del Ferrocarril; lugar de intenso movimiento, de ruidos estridentes, de olor a hierros y a locomotoras. Era el sitio apropiado para el desembarque de mercaderías y por lo tanto, de gran importancia en ese año que marcaba un nuevo siglo.
Muy interesantes datos, y ellos son la base de esta nota, nos ha aportado el señor José Pedro Urrestarazú, antiguo comerciante de esta plaza, quien en un acumular de recuerdos, añora la pasada época del 900. «El desembarque de mercaderías, — nos dice el señor Urrestarazú, — era realmente un trabajo dificultoso. No siempre se procedía de la misma manera: cuando la bajante lo permitía, se acercaban las carretillas tiradas por mulas, hasta muy cerca de las embarcaciones, que eran a vela; de lo contrario, se transportaba la mercadería desde la embarcación hasta los carros, en unos viejos y pesados lanchones que había para ese servicio.
Aspecto del «boquete» en una bajante. (Foto de Barreira Villamil. 1B99).
Mucho movimiento tenia ese lugar de Montevideo; era además muy concurrido por personas que iban a presenciar ese trabajo de desembarcar mercaderías. Además, la Estación del Ferrocarril, ofrecía también un especial atractivo. El «boquete», que se le llamaba asi, precisamente por su forma, era un sitio de reunión de comerciantes que asistían a presenciar las operaciones del desembarque de sus mercaderías; además, y esto lo recuerdo perfectamente, cuando había bajante, los carretilleros aprovechaban para bañar los caballos y las mulas y para lavar los carros.
Actual aspecto (año 1952) de las inmediaciones del antiguo boquete, la remozada zona es centro de actividad comercial.
La salida del «boquete» daba a la calle La Paz, allí, muy cerca, lugar donde hoy se encuentra ocupado por distintas barracas, estaba la Estación de Pando. A la una de la tarde, los domingos, salía un tren desde esa estación, con los concurrentes al Hipódromo de Maroñas. (conocido popularmente como el tren de los patos) La gente se agrupaba temprano para poder ir cómodamente en ese tren que cruzaba gran parte de la ciudad, eran domingos inolvidables aquellos»…
El boquete en su salida (1899)
Con estos recuerdos del señor José Pedro Urrestarazú y con las fotos que nos proporcionó de Barreira Villamil, del año 1899 hemos tratado de conformar esta nota evocativa de aquel Montevideo de principios del siglo 20.
Publicado en la revista Mundo Uruguayo, numero 1737, año 1952
Ángel María Luna
Desembarco de maderas en el muelle viejo, costosas tareas para los obreros portuarios de la época.