El 5 de diciembre de 1943, los uruguayos se sorprendieron con un anuncio a página entera en los diarios que decía: «La bebida predilecta de Norteamérica, Coca-Cola, deliciosa y refrescante… se produce por primera vez en el Uruguay». Este anuncio marcó el inicio de la comercialización de Coca-Cola en Uruguay, resultado de un proceso que había comenzado casi un año antes con la llegada de Morton S. Hodgson a Montevideo.
Preparativos y Primeros Pasos
Hodgson alquiló una oficina en la calle Juncal 1414 y publicó un anuncio en el diario El Día para contratar personal de ventas. Después de una búsqueda exhaustiva, decidió instalar la planta embotelladora en la Fábrica de Mosaicos y Baldosas Debernardis, ubicada en Dr. Enrique Pouey 2330.
Lanzamiento al Mercado
El 6 de diciembre de 1943, Coca-Cola se comercializó por primera vez en Montevideo. A pesar del mal tiempo, los siete vendedores seleccionados salieron con sus triciclos abiertos, el primer medio de transporte utilizado para distribuir Coca-Cola, con la esperanza de tener éxito. Sin embargo, el primer día fue desalentador, ya que solo lograron vender 18 botellas.
Desafíos y Perseverancia
Hodgson, que tenía gran fe en el producto y en el equipo, no se desanimó. Motivó a sus vendedores a persistir y buscar nuevas estrategias para introducir la bebida en el mercado uruguayo. Con el tiempo, Coca-Cola ganó popularidad y se estableció como una de las bebidas favoritas de los uruguayos.
Impacto y Crecimiento
La historia de Coca-Cola en Uruguay es un testimonio de perseverancia y adaptación. Desde esos humildes comienzos, la marca ha crecido y se ha consolidado en el mercado uruguayo, convirtiéndose en una parte integral de la cultura y las tradiciones locales.
Este relato no solo destaca el desafío inicial de introducir una nueva marca en un mercado desconocido, sino también el espíritu emprendedor y la capacidad de adaptación necesarias para superar los obstáculos y alcanzar el éxito.
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