Diseñada por los arquitectos Vazquez Barrière, Acosta y Lara & Ruano, esta gran residencia de verano se encuentra en la playa de Carrasco, ligeramente alejada de la ciudad de Montevideo. El programa impuesto a los arquitectos consistía en crear un espacio que integrara habitación y recreo para el propietario, aprovechando su emplazamiento junto al mar.
Distribución de Espacios
El edificio se organiza alrededor de un gran hall, que actúa más como una sala de reunión íntima que como un área de recepción formal. Este hall cuenta con una gran estufa en un nicho al fondo, convirtiéndose en el punto de reunión familiar durante las noches frías, frecuentes en la playa de Carrasco. Además, una gran escalera decorativa conecta los diferentes niveles del edificio, separando el movimiento de los sirvientes del espacio familiar.
Planta Baja
En la planta baja, la escalera principal divide el hall de la sala de billar, con el pavimento de la sala de billar dos escalones más alto que el del hall. La sala de billar cuenta con su propio toilette. Adyacente al hall se encuentra el comedor, ubicado en el ángulo que ocupa la torre utilizada como fumoir, ofreciendo una espléndida vista al mar a través de una gran ventana que da a los jardines.
El chalet tiene dos entradas: una en la fachada principal para las visitas y otra entrada familiar en la fachada lateral que mira al mar. Esta entrada familiar da al gran hall, facilitando el acceso directo a las áreas comunes.
Planta Alta
En el nivel del descanso de la escalera principal, sobre el comedor de servicio, se encuentra la salita de estudio de las niñas. La planta alta incluye un apartamento con antecámara, desde donde se accede al gran dormitorio principal, cuarto de vestir y cuarto de baño. El dormitorio principal se comunica a través de un pequeño pasaje con el dormitorio de las niñas, que también tiene acceso directo desde el hall y una puerta-balcón sobre la terraza de la entrada familiar. Este dormitorio incluye un pequeño toilette.
Frente al dormitorio de las niñas se encuentra el dormitorio de la institutriz, que cuenta con su respectivo toilette. Además, se ha dispuesto un dormitorio para huéspedes con antecámara particular, ofreciendo un espacio completamente independiente para los visitantes.
Conclusión
La residencia de verano en Carrasco, con su diseño ecléctico y funcional, refleja la elegancia y confort que caracterizan a las viviendas de esta prestigiosa zona costera de Montevideo. La combinación de amplios espacios comunes, vistas al mar y áreas privadas cuidadosamente distribuidas, hacen de esta residencia un refugio ideal para disfrutar del verano en un entorno exclusivo y tranquilo.