Barrio Peñarol

En 1751 partía de la ciudad de Pinerolo, situada al sur de la ciudad piamontesa de Turin, Juan Bautista Crosa, hijo de un abogado del lugar que en nuestro medio incorporaría como alias el lugar de su nacimiento, aunque deformado el vocablo por el hablar popular al españolizarlo.

Un nombre muy conocido mundialmente por la hazañosa actuación en los campos de juego de una de nuestras principales instituciones deportivas

Los descendientes de Crosa agregaron a su apellido el de Peñarol, y uno de ellos el coronel Crosa Peñarol, participó como soldado en la cruzada libertadora de 1825, en Sarandí, en Ituzaingó y en el Sitio Grande, como oficial de Oribe.

Gabriel Piedra Cueva, farmacéutico de la ciudad de Montevideo en el periodo hispánico, tenia una chacra contigua a la de Crosa. Su viuda, Antonia Maria Pérez, construyó allí un oratorio bajo la advocación de Nuestra Señora de las Angustias. Dicha capilla, que describe minuciosamente el Dr. Carlos Ferrés, fue erigida en Viceparroquia de Las Piedras el 12 de febrero de 1784.

Artigas, durante el primer sitio de Montevideo, luego de haberse alojado en el Cordón pasó a Peñarol, a la «Chacra de la Boticaria», Y allí estableció su cuartel general. En el cementerio levantado junto a la capilla y que funcionó de 1750 a 1850, había una lápida significativa: la del vecino de ese lugar, Juan Bautista Crosa, fallecido en 1790.

Otro entronque de Peñarol con la historia señala que desde allí se anunció, el 8 de octubre de 1851, el fin de la Guerra Grande, por parte del general Justo José de Urquiza.

El censo estadístico de la población que tenia la sección de Peñarol, extendida sobre 18.000 cuadras cuadradas, levantado en 1882 por el comisario Primitivo Larrobla, contiene detalles de interés, entre ellos la clasificación de habitantes según su nacionalidad. Importa señalar algunas de sus conclusiones:

La población total era de 3.343 vecinos. De ellos, 405 eran propietarios y 357 arrendatarios; 110 alumnos se instruían en escuelas del estado y 61 en escuelas particulares. Los habitantes se distribuían en 1.934 orientales, 1.011 italianos, 188 españoles, 132 franceses, 52 argentinos, 9 brasileños, 6 ingleses, 4 africanos, 3 portugueses, 2 alemanes y 2 paraguayos.

439 pobladores vivían en construcciones de material; 269 en ranchos de tierra. En cuanto a sus profesiones u oficios, 389 eran labradores; 326, peones; 65, comerciantes; 40, zapateros; 23, albañiles; 14, militares; 14, panaderos; 14, carpinteros; 11, herreros; 9, empleados; 8, troperos; 8, carreros; 6, pedagogos; 5, barberos; 5, tamberos; 4, sastres; 4, armeros; 4, curtidores de pieles; 3, plateros; 2, abastecedores; 1, cordonero; 1, molinero. Completaba la población un solitario marino.

El lugar ya era conocido con el nombre de Peñarol antes de que el pueblo hubiera aparecido. En 1888 el secretario de la Empresa del Ferrocarril Central del Uruguay realizó un viaje de inspección a nuestro país para estudiar algunos problemas urgentes en los que figuraban la instalación de los talleres.

El consejo de Mr. Barker fue que se trasladaran éstos, provisoriamente situados en Bella Vista, a un punto cercano a Sayago. Se eligió entonces un área ubicada a 2 km. de esta estación, enmarcada por un triángulo delineado por las actuales avenida Sayago, camino Casavalle y camino Edison. El área referida abarcaba 17 hectáreas.

En 1890 la obra estaba cumplida; los talleres se habían trasladado a su nueva sede. Pero tras los talleres vinieron sus obreros, y así fue como hacia 1898 había nacido un núcleo poblado al cual, con mucho énfasis, se le llamó «Ciudad Ferroviaria» o «La Nueva Manchester».

Ninguna de estas denominaciones tuvo andamiento y prosperó la de Peñarol, más antiguay arraigada. El 28 de setiembre de 1891 se funda en el pueblo Peñarol el «Central Uruguay Railway Cricket Club». El 12 de marzo de 1914, disidentes de este club, en vista de su resolución de no practicar más Foot-ball Asociación resuelven cambiar su denominación por la de «Club Atlético Peñarol» y crear la bandera de las once estrellas. Éste es el origen del actual nombre de dicha institución deportiva.

Según Orestes Araújo, el grupo poblado de Peñarel, hacia 1912, excedía de 3.000 habitantes. En una documentada crónica sobre su evolución, ha dicho el poeta Carlos Emilio Tacconi que «al camino de barro sucedió la carbonilla, más tarde el macadam, y posteriormente el adoquinado y en último término el hormigón. Donde antes se hundían hasta el eje los carros del molino con sus cargas de harina -teniendo que sacarlas con dos yuntas de bueyes- ahora se podría practicar el deporte del patín.»

Señala asimismo que de la fecunda siembra de la escuela N» 166, hoy llamada con justicia María Vittori, egresaron figuras señaladas de la política y la literatura, como Andrés Martínez Trueba y Ovidio Fernández Ríos. y del deporte, como el tres veces campeón olímpico y mundial, José Nasazzi, y agrega este rasgo que evoca con orgullo: «a Peñarol le otorgaron el privilegio de lucir en sus calles el patronímico de poetas ilustres: como Shakespeare, Muton, Camoens, Schiller, Goethe, Dante Alighieri, Petrarca, Terencio, Lamartine, Lope de Vega, Becquer…

En la actualidad el barrio Peñarol se halla en la zona comprendida entre las calles Lincoln, Schiller, Avda. Sayago y Avda. Peñarol. Esta última separa el núcleo poblado de los talleres e instalaciones complementarias. Las casas de los obreros y las de los empleados están separadas, a su vez, por un espacio que la empresa donó al municipio de Montevídeo,
en 1918, para que éste construyera una plaza pública. El Centro Artesano tiene su sede en el mismo lugar de origen.

Peñarol está habitado por gente trabajadora vinculada a los transportes y maquinarias ferroviarias de A.F.E. Esto no obsta para que su fisonomía se integre con otras actividades y que su historial haya prohijado empresas deportivas tales como las que dieron origen al epónimo club de fútbol.

Del libro: Los Barrios de Anibal Barrios Pintos

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