Av 18 de Julio

Fue concebida como eje de la Ciudad Nueva, primera expansión del casco colonial, que por su simbolismo y por la gestión del suelo representó la ideología liberal y progresista del Estado independiente. La avenida se diseñó en línea recta, recorriendo el lomo de la cuchilla desde el eje de la Ciudadela hasta encontrar el Camino de Maldonado en el Cordón, donde se produce la inflexión para continuar por dicho camino.

Posteriormente, se prolongó hasta el Bulevar Artigas, límite de la Ciudad Novísima, señalizando su remate con el obelisco. Su concepción jerárquica la distingue en el damero por el mayor ancho. Ideada como espacio estructurador, vertebra un sistema de espacios públicos, actualmente integrado por las plazas de la Independencia, Fabini, de Cagancha, Explanada Municipal, de los Treinta y Tres, Explanada de la Universidad, plazoleta lateral al Banco Hipotecario, rematando en el Parque Batlle.

En él se implantaron lujosas residencias, salas de espectáculos, grandes tiendas, organismos públicos, comercios, oficinas, y viviendas. Allí se manifestaron con preferencia las arquitecturas vanguardistas, al amparo del ‘impuesto a la edificación inapropiada’ de 1926, que impulsó la modernización postulando a la avenida como ‘imagen de la ciudad deseada’. A pesar de la actual confluencia de lenguajes y tipologías, se aprecia un carácter unitario debido al ritmo del parcelario y a la regularidad del damero, a cuya lectura contribuye el tratamiento edilicio de las esquinas. El decreto de altura obligatoria de la edificación apuntó a acentuar la lectura unitaria.

Saliendo desde la Plaza Independencia por ‘Dieciocho’, como brevemente llamamos los montevideanos a la Avda. 18 de Julio, ya desde las esquinas con la calle Andes, la primera que atraviesa la avenida, quien camina puede observar que efectivamente está recorriendo el lomo de la cuchilla, las últimas estribaciones de la Cuchilla Grande antes de que ésta se zambulla en el Río de la Plata, en la punta San José (al comienzo de la Escollera Sarandí).

La avenida es considerada un lugar de culto donde los Uruguayos expresamos nuestros sentimientos. Tanto sean de alegría con algún festejo deportivo, tristeza, bronca y de lucha. Hasta bien entrado el siglo XX, 18 de Julio fue el principal eje comercial y social de la ciudad, como lo atestiguan los numerosos edificios que la engalanan: Palacio Municipal, Palacio Díaz, Palacio Lapido, Palacio Salvo, Palacio Santos, Iglesia del Cordón, etc. Varios cines y teatros abrían sus puertas a diario para recibir grandes cantidades de público. ( Ariel, Rex, Trocadero, Plaza, Colonial, Eliseo, Grand Splendid, Censa,) Elegantes tiendas, bares, confiterías, y posteriormente también galerías comerciales, completaban una interesante oferta comercial de la cual mucha continua hasta el día de hoy.

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