Ateneo de Montevideo

El edificio del Ateneo se levanta en la plaza de Cagancha, costado Nordeste con frente á la plaza y á la Avenida Rondeau. El plano primitivo fue obra del ingeniero nacional don José M. Claret; y la fachada actual y algunos detalles los proyectó y dirigió el arquitecto don Emilio Boix.  El pequeño fragmento anterior y lo que viene a continuación son datos publicados en la revista Rojo y Blanco apenas unos días antes de la inauguración del edificio del Ateneo el 18 de Julio de 1900.

El Ateneo, al inaugurar su casa propia, y reanudar las actividades paralizadas durante un término de casi tres lustros, se presenta como una institución verdaderamente nacional, abierta á todas las opiniones; como un centro neutral para la sociedad y la intelectualidad del país; iniciando nueva época con nuevo programa, y dejando para la historia, como un luchador que se convierte en hombre de Estado, el carácter de sus comienzos, por lo que él tuviera de tendencioso en filosofía ó en política.

Es un centro hecho hombre y que pone casa propia, podría decirse con una expresión familiar: una institución que se echaba de menos en nuestra ciudad, donde aparte del Club Católico, las demás sociedades se han limitado á las fiestas sociales ó al cultivo de las artes y casi exclusivamente de la música.

No hace mucho que decíamos, hablando de los cultivadores de las letras, que los cenáculos estaban dispersos; y podemos agregar que hace bastante tiempo no tienen ni tertulias de amena conversación los que quieran dedicar un rato á algo que no sea politiquerismo, chismografía social, ó sport.

Lo que es el Ateneo de Madrid, el de Buenos Aires y otros de su carácter, debe ser ahora nuestro Ateneo: Punto de cita para todos los que aman los placeres intelectuales; tribuna para exponer opiniones, para enseñar y glorificar; proscenio en que se presentan los nuevos y reciban consagración los veteranos de las lides literarias; centro de estudio y producción para los estudiosos; casa de todas las agrupaciones científicas durables ó accidentables; locales para las reuniones nacionales; -adquiriendo así para siempre el carácter que ha venido tomando en el interregno que va desde la época de luchas y controversias, hasta la inauguración de su edificio monumental.

No hace muchos años que el que estas líneas escribe asistía á una de las conferencias que se dan en el Ateneo de Madrid y recorría los corrillos que se forman después para discutir las opiniones del conferenciante; y en aquella atmósfera caldeada por disidencias en doctrinas literarias, pensaba con la nostalgia de la patria, en que sería un gran triunfo para su querido Montevideo el contar con una institución semejante.

De aquel Ateneo de Madrid fueron presidentes sucesivamente Donoso Cortés, Cánovas del Pi y Margall, Nocedal, Romero’ Robledo, Pidal, Canalejas, etc. En su tribuna han hablado Castelar, Manterola, Valera, Menéndez y Pelayo, Nuñez de Arce, Gonzalez Serrano, Campoamor, Emilia Pardo Bazan, etc., etc. Conservadores y liberales, católicos y ateos, filósofos krausistas ó positivistas y teólogos; conservando cada uno su carácter y aportando á la vida de la institución el caudal de su prestigio y de sus facultades; y al tesoro común la ciencia y las ideas tamizadas por el respectivo criterio.

Esto será en adelante el Ateneo de Montevideo, si su programa nuevo se cumple y es comprendido por los que deben cooperar á su realización; y si en fecha no lejana sus salones muestran á los extranjeros que los visiten los retratos de Perez Castellanos, Larrañaga y José Benito Lamas, al lado de los de Santiago Vázquez, Andrés Lamas, Eduardo Acevedo, Juan Carlos Gómez, Francisco Acuña de Figueroa, Alejandro Magariños Cervantes, José Pedro Varela, Pedro Bustamante, Francisco Bauzá, Carlos María Ramírez, y los demás que en las ciencias y las letras han contribuido con su talento y su labor al patrimonio de la gloria nacional.

Y fasto inmortal para una institución como el Ateneo, sería el que fijara cuando, como el Club Liberal de Londres, pudiera recordar que en su biblioteca un pensador como Spencer acudió á estudiar año tras año y allí recogió notas y vertió en obras monumentales el producto de sus lecturas y meditaciones.

Ó mientras no se llegara á tanto, fuera el Ateneo lo que aquellas reuniones del Renacimiento que presidía el amabilísimo Andrés del Sartoy dé las cuales dice Taine que establecían una intimidad fecunda para los pensadores, los poetas y los artistas.

Las fotografías (pie publicamos dan idea del aspecto exterior del edificio que tiene indudablemente proporciones monumentales, y de las salas y divisiones principales, amuebladas con la seriedad y confort que corresponde á la institución. El salón de conferencias es el de mayores proporciones entre los de su clase que existen en Montevideo.

La biblioteca es á su vez de una importancia considerable: entre otras obras notables cuenta con la colección completa de los Clásicos, que la juventud de Chile regaló á Juan Carlos Gómez y este donó al Ateneo con otros libros y objetos. El museo científico cuenta también con elementos valiosos; y las otras secciones de la institución, como la sala de lectura, están en condiciones proporcionadas al carácter de aquella. Con las fotografías del edificio, publicamos una de la actual Comisión Directiva del Ateneo que tiene el honor de inaugurar el espléndido local y abrir á nueva vida la institución; y el del arquitecto don Emilio Boix que concluyó las obras.

La inauguración del edificio va á ser solemnizada con tina fiesta literario-musical, en cuyo programa figuran trabajos premiados en un certamen realizado por la Asociación de la Prensa.

Así el Ateneo prueba desde este acto carácter amplio é imparcial y su adhesión á todo lo que importe un esfuerzo en pro del adelanto intelectual. Y la fecha patria bien elegida, según una tradición nacional, para inauguraciones de importancia (como el 25 de Mayo para el Instituto Histórico Geográfico; el 25 de Agosto para el teatro Solís, el 18 de julio para el monumento de Suárez, etc) así sera dignamente honrada y celebrada.

Publicado en la revista Rojo y Blanco en 1900


La web actual del ateneo presenta la historia mas actual de la siguiente forma: 

En su extensa trayectoria ha cumplido con diversos roles dentro de nuestra sociedad, fundamentalmente el que señalaba Prudencio Vázquez y Vega: “los centros culturales y literarios de un pueblo son los focos de donde emanan los principios que deben gobernarlos basados en tres grandes ideas: libertad, civilización y progreso”.

El Ateneo de Montevideo cumplió con su rol cultural y educativo como universidad libre con sus cursos de estudios preparatorios, y una facultad de Derecho, libre del sistema oficial del estado, libre de los cambios políticos y del dogmatismo religioso que imperaba en nuestra sociedad de fin de siglo XIX.  En materia educativa, conjuntamente con la sociedad de amigos de la educación popular propició la reforma educativa escolar, destacándose la figura de José Pedro Varela, uno de los fundadores del Ateneo de Montevideo. Durante las presidencias de Pedro Figari y Carlos Vaz Ferreira se proyectó también en otras áreas educativas.

El Ateneo de Montevideo reunió a lo largo del tiempo las mentes más brillantes de cada época: a los ya nombrados podemos agregar a José Batlle y Ordóñez, Joaquín Torres García, José Enrique Rodó, Emilio Frugoni, Elías Regules, entre tantos otros. Y mujeres como las hermanas Paulina y Luisa Luisi,que fueron precursoras de la liberación femenina. La actual junta directiva tiene como desafío fundamental el mantener el legado material y espiritual que dejaron nuestros antecesores, y desarrollarlo y proyectarlo para que sea una plataforma cultural de toda la sociedad.

FUENTE: http://ateneodemontevideo.uy/site/?page_id=33 

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