Abastecimiento de Agua Corriente en Uruguay: Un Hito Histórico
Hace más de 150 años, Uruguay marcó un hito significativo con el inicio de la primera obra de abastecimiento de agua corriente en el país. Este proyecto, esencial para el desarrollo y la salud pública, resolvió problemas críticos de escasez y dependencia de los aguateros.
La Propuesta y Construcción
El proyecto fue impulsado por el uruguayo E. Fynn, cuya propuesta fue seleccionada por el gobierno. En colaboración con dos socios argentinos, se construyó una usina de bombeo a vapor y una extensa tubería de casi 60 km, además de establecer tres fuentes de agua en la Plaza de la Constitución, Plaza Artola y Plaza Flores. Estas infraestructuras permitieron abastecer a los residentes de Montevideo, poniendo fin a la escasez de agua y sentando las bases para un desarrollo sostenido de la ciudad.
Origen de la Villa de Aguas Corrientes
Los trabajadores, junto con sus familias, se asentaron en las orillas del río Santa Lucía, donde la calidad del agua era óptima. Este asentamiento dio origen a la Villa de Aguas Corrientes, que hasta el día de hoy sigue siendo fundamental para el suministro de agua potable a Montevideo y su área metropolitana.
Evolución y Nacionalización
En 1879, la Compañía de Aguas Corrientes fue vendida a inversores ingleses, transformándose en The Montevideo Waterworks Cº Ltda. La compañía aprovechó los avances tecnológicos globales y el crecimiento demográfico y económico del país para expandirse y mejorar el tratamiento del agua.
En 1952, el servicio fue nacionalizado y pasó a manos del Estado con la creación de OSE (Obras Sanitarias del Estado). La misión de OSE, según su carta orgánica, es priorizar las razones de orden social sobre las económicas, garantizando así el acceso universal al agua potable.
Derecho Humano y Cobertura Actual
En 2005, el acceso al agua y al saneamiento fue consagrado como un Derecho Humano fundamental en la Constitución de la República. Actualmente, el 99% de la población uruguaya cuenta con el servicio de agua potable provisto por OSE, lo que garantiza la salud de los habitantes y cumple con este derecho esencial.
Este proceso no solo transformó la infraestructura urbana de Montevideo, sino que también mejoró significativamente la calidad de vida de sus residentes, reflejando el compromiso del país con el bienestar y el desarrollo sostenible.