De todas nuestras instituciones de football. ninguna, tal vez, tan simpática como la entidad de betbeder. Desde sus mismos comienzos, gozó de la simpatía del público, pues estamos absolutamente seguros que aún aquellos que reservan sus amores para los decanos uruguayos, aún esos, no pueden querer mal al Montevideo Foothall Club.
Su mismo origen — pues nació por la rebeldía de quienes no quisieron aceptar las tiránicas fórmulas del Albión — habla muy en su favor. No fue indisciplina, porque entonces seria censurable, y doblemente censurable por ser toda gente nueva la que se separó del más antiguo de los cuadros que entonces militaban en la liga de Football que no tenía, evidentemente, la experiencia de aquellos rígidos dirigentes; fué: espíritu de libertad, ansias de mejoramiento, deseos de emanciparse, lo que hizo que aquel grupo de entusiastas sportsmen constituyera la entidad que hoy goza de grandes y bien saneados prestigio.
Fué, puede decirse, como una secreción del viejo Álbion; una separación de un grupo de socios jóvenes y entusiastas, que habían recogido, las enseñanzas siempre fecundas y provechosas en aquella primera institución del popular deporte; pero que tenía la ventaja de gozar de todas las buenas cualidades inherentes a la juventud: espíritu e iniciativa de lucha, entusiasmo noble que es generoso propulsor, valor para vencer los mas insalvables obstáculos.
Así surgió la institución albi-negra, no teniendo, en sus primeros y vacilantes pasos, ni cancha, ni local, ni grandes medios pecuniarios: y de ahí el nombre que se le dio : » Wanderers» (bohemios). Entre sus socios fundadores encontrábanse personas que se habían distinguido en una u otra de las actividades humanas, y muchos que después han prestado al football uruguayo loables servicios desde sus más altos puestos directivos. Citaremos solamente algunos nombres: Rafael Mifluclcrena, Wenceslao Regules. Luis de Vedia, Alfredo V. Viera, Miguel Apesthegui, Horacio Trápani. Luis Carvalho Lerena, Enrique y Rafael Sardcson, Cándido Hernández Betancourt, Joaquín , Serrotosa, etc., etc.
En Agosto de 1902, concertó su primer encuentro con el campeón de esa temporada el Club Nacional de Football, cuyo partido terminó con un empate, igualmente que el celebrado un mes después con el Barracas de Buenos Aires. Entre dos matchs. demostraron acabadamente la potencialidad del team bohemio, que se midió con elencos que contaban con equipos poderosos y entrenados.
En 1903 entró a disputar, por primera vez, los campeonatos oficiales, llegando al final en el tercer puesto. En 1904 no pudo realizarse el certamen local a causa de las luchas intestinas, pero, al año siguiente, en 1005, tuvo actuación descollante en la disputa de la Copa Competencia, en la que sólo fué derrotado por Peñarol, por 3 a 2, después de haber vencido al Albión por 9 a 2 y triunfar sobre Nacional por 3 a 2. Luego de una brillante performance en la temporada de 1906, se clasifico campeón uruguayo por primera vez. Inscribiendo su nombre en el trofeo que más tarde se adjudicaría Nacional en propiedad.
Aunque en 1907 no pudo triunfar en el certamen local, en el que ocupó el segundo puesto, salió vencedor en los Juegos Olímpicos. conquistando una hermosa y artística copa y once medallas de oro. La conquista de este campeonato marca una de las etapas mas gloriosas del Montevideo Wanderers.
Por segunda vez en 1909, se clasificó campeón uruguayo. Sin embarco, la trágica desaparición de Rafael Miquelerena uno de sus asociados más prestigiosos, llenó de dolor el corazón de aquellos que debían sentir las alegrías de un triunfo tan soñado y merecido.
En los años 1911 y 1918, fué campeón de competencia. trofeo que parece destinado para Wanderers pues es el cuadro que más veces se ha adjudicado ese campeonato, en forma que nunca ha dado lugar a dudas por la manera concluyente como se ha impuesto.
Su team ha sido siempre un conjunto entusiasta de sportsmen, que han hecho «el deporte por el deporte mismo» y ese creemos, es el mejor elogio que se le puede tributar.
Publicado en Mundo Uruguayo en el año 1919