Fábrica de jabones Algorta

La Fábrica Nacional de Jabones finos y perfumería, propiedad del señor Ricardo Algorta, es un importante establecimiento que pronto contará diez y seis años de vida activa. En ese periodo de tiempo, ha conquistado puesto preeminente entre nuestras industrias, gracias a la actividad y perseverancia del propietario, quien viene realizando con su solo esfuerzo, sin haber obtenido franquicias o privilegios oficiales, una labor digna de todo encomio. La bondad de sus productos, entre los que sobresalen jabones y cremas para usos de tocador, ha sido reconocida por el público en grado tal, que actualmente compiten en buena lid con sus precursores y similares importados. Dichos productos nacionales, han difundido así, por todo el país, las marcas «Iris», «Cóndor», «Sol» y otras, que el señor Algorta ha logrado imponer en la plaza.

El establecimiento industrial que describimos, tiene su asiento en Montevideo, calle Santa Fe 1155 y ocupa un área de 2300 metros cuadrados, comprendiendo la Fábrica Nacional de Cartón, utilizado éste en los envases, situada hacia el fondo del edificio, según puede verse en el grabado respectivo.
Sobre la capacidad productiva de la fábrica de jabones y perfumes, cabe consignar que ella abastece ampliamente las necesiades del mercado; y que aún, cuando el actual conflicto europeo ha determinado aquí una mayor demanda de esos artículos indispensables como factores de higiene y salud personales, la fabricación podría ya triplicarse, si dicha demanda acreciera en razón directa.
En la fábrica del señor Algorta los jabones finos son elaborados con materias primas seleccionadas -oleína, margarina, estearina- y saponificadas con legías de soda caústica, siguiéndose un minucioso tratamiento para la neutralización del álcali libre. La masa resultante se mezcla con esencias naturales en la máquina de cilindros, pasando luego en forma de virutas a otra máquina que la convierte en barras, para terminar en trozos o pastillas que se concluyen de confeccionar en prensas y moldes adecuados; habiendo además, un molinillo especial para producir el polvo de jabón. Toda la maquinaria de jabonería, perfumería y estuchería, es impulsada por un electro motor de 15 caballos de fuerza. La fábrica de cartón emplea dos motores, con un total de 20 caballos, dando movimiento a diez máquinas, las cuales pueden producir hasta 50.000 kilogramos mensuales de cartón. En esta parte del establecimiento industrial, se ocupan constantemente doce obreros y además unas sesenta personas que recolectan el papel viejo, para ser transformado en cartón. En la confección de jabones y perfumes, tiene trabajo un personal de treinta y tantos obreros, varones y mujeres.


De manera que hoy en día son más de un centenar de operarios los que en aquella casa reciben, como recompensa de su esfuerzo, los beneficios de un salario decoroso, aparte de un tratamiento liberal, dentro de la organización interna del negocio y con la ventaja de que el trabajo se practica en locales aireados e iluminados profusamente, de acuerdo con todas las exigencia de la higiene.
La gestión industrial del propietario de esta fábrica, es bien notoria en nuestro país. Por esa circunstancia y por la índole misma de esta publicación, huelga toda recomendación; mácime cuando también es del dominio público que ni aun la adversidad, manifestada en forma de siniestros casuales en dicho establecimiento, ha podido afectar la decisión y energía que sostiene e impele tan importante empresa.

FUENTE: Revista del Ministerio de Industrias. Año IV. Número 21. Marzo de 1916.

Galería de fotos

Relacionado: