En abril de 1962, el príncipe Felipe visitó Uruguay y otros países latinoamericanos.
Llegó al aeropuerto de Carrasco, donde fue recibido por Faustino Harrison, presidente del Consejo Nacional de Gobierno.
El esposo de la reina Isabel II de Inglaterra adelantó su llegada, al acortar su visita a Argentina, que en aquel momento sufría una intervención de las Fuerzas Armadas para derrocar al presidente Arturo Frondizi.
Con tanques en las calles de Buenos Aires, Felipe voló desde Ezeiza a Carrasco.
El duque de Edimburgo paseó en un coche descapotable y fue escoltado por blandengues por las calles de Montevideo. Estuvo en el Palacio Legislativo y en el Hotel Carrasco. Felipe dejó una ofrenda floral en la estatua de Artigas, en la Plaza Independencia, donde lo siguió una multitud.
Durante su visita, que duró tres días, estuvo en el instituto Anglo e inauguró el edificio Médanos y la Junior School del colegio British de Montevideo, visitó el interior asistiendo a varios establecimientos rurales, como la estancia Santa Clara, ubicada en Florida, de la familia Gallinal, y el campo de la familia Arteaga. Además, jugó al polo y probó el asado con cuero típico. Se alojó en el hotel Victoria Plaza.
Imágenes durante su visita:
Galería de fotos
Imágenes: Instituto Cultural Anglo-Uruguayo, Coleción Bonasso-Gallinal y Archivo de imágenes Diario El País.