Estancia Taranco

La Estancia Santa María, también conocida como Quinta de Taranco, está ubicada al noroeste del departamento de Montevideo, en la zona rural de Melilla. Este nombre evoca la España africana, inspirando al arquitecto Alejandro Christophersen a buscar un estilo arquitectónico apropiado para la región. El arte de Andalucía, con su sencillez y elementos distintivos como los muros blanquecinos, las rejas salientes, las líneas rectas de las azoteas almenadas y los aleros de teja morisca, fue la fuente de inspiración para la remodelación y ampliación de esta estancia.

Historia y Arquitectura

La estancia originalmente perteneció al General Manuel Oribe, quien plantó su rancho en las planicies de las lomas, desde donde se pueden divisar los ríos Santa Lucía y el Río de la Plata. Sus descendientes, incluyendo a Félix Buxareo Oribe, conservaron este legado familiar, construyendo su nido alrededor del rancho original.

Al realizar las reformas y ampliaciones, Alejandro Christophersen respetó el viejo rancho y casi todas las estructuras existentes, buscando ligar su obra con la que había servido de vivienda a la familia durante años. Su objetivo fue rejuvenecer el alma del viejo caserón, injertando partes nuevas que se asimilaran, en la medida de lo posible, a lo que fue obra de otros. Las nuevas construcciones fueron ligadas al edificio viejo mediante un pórtico o galería, manteniendo el rancho de Oribe independiente y tal cual existió en tiempos de la independencia.

Diseño y Elementos Arquitectónicos

El diseño arquitectónico de la estancia incluye:

  • Muros Blanquecinos: Representativos del estilo andaluz, aportan sencillez y luminosidad.
  • Rejas Salientes: Características de las viviendas tradicionales españolas, agregan un elemento decorativo y funcional.
  • Azoteas Almenadas y Aleros de Teja Morisca: Elementos distintivos que combinan la funcionalidad con la estética, proporcionando sombra y protección contra las inclemencias del clima.
  • Pórtico o Galería: Conecta las nuevas construcciones con el edificio original, creando una integración armoniosa entre lo antiguo y lo nuevo.

Reflexión del Arquitecto

Alejandro Christophersen, al reflexionar sobre su obra, menciona: «He rejuvenecido el alma del viejo caserón y he injertado partes nuevas, que he tratado de asimilar, dentro de lo posible, a lo que fue obra de otros.» Este enfoque respetuoso y cuidadoso permitió que la estancia mantuviera su esencia histórica mientras se adaptaba a las necesidades modernas.

Conclusión

La Estancia Santa María, con su rica historia y arquitectura cuidadosamente preservada y renovada, sigue siendo un testimonio del legado de la familia Oribe y del talento arquitectónico de Alejandro Christophersen. Su ubicación en Melilla y su estilo andaluz la convierten en un punto de referencia cultural e histórico en la región.

FUENTE: Revista de Arquitectura de la Sociedad Central de Arquitectos (Argentina). Número 66. Junio de 1926.

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