Donde actualmente funciona el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social funcionó durante años la Impresora Uruguaya SA. Transcribimos a continuación un texto sobre esta empresa y la construcción del edificio.
El nuevo edificio para la «Impresora Uruguaya»
En una de las principales esquinas de la Ciudad Vieja (Cerrito y Juncal), se levanta un novísimo edificio de silueta moderna, de aspecto nada común, que alberga una de las manifestaciones más poderosas de las artes modernas: las gráficas, en toda su amplitud.
Expresando su contenido, el edificio es un affiche, es una reclame permanente; llama la atención y atrae su blancura. Los letreros luminosos, pegados a sus líneas, lo hacen vivir durante la noche.
La sede del ensanche
Se trata en efecto del edificio ampliatorio de los antiguos talleres de la firma Arduino Hnos., transformados desde Octubre de 1929 en Impresora Uruguaya SA.
Esa casa tiene treinta años de activo funcionamiento; habiendo sido fundada en 1900, por don Francisco Arduino, uno de los industriales cuya obra, cuya sucesión y cuyo apellido se han incorporado definitiva e inamoviblemente a la tradición de nuestro ambiente al que ha dado una provechosa generación de gráficos, los hermanos Arduino, bajo cuya dirección inmediata y permanente trabajan ahora mismo los talleres de la Impresora Uruguaya SA.
El crecimiento de los negocios, la enorme acumulación de trabajo, las ramificaciones y derivaciones de las artes gráficas en nuestros días, que la mencionada firma abarca íntegramente fueron determinando una sensible estrechez en los ámbitos de los antiguos talleres; de lo cual dimanó la idea de ensanchar el recinto de los mismos mediante una construcción anexa que lo envolviera y que formase un conjunto con la existente. Esa nueva construcción, de tipo esencialmente moderno en su concepción debía contenplar la organización de los talleres gráficos en todas sus manifestaciones de actividad de manera que todas sus secciones tuviesen una disposición lógica y formara «piezas» del delicado mecanismo.
Encomendado el proyecto a los expertos profesionales García Otero (arquitecto), Butler (ingeniero) y Pagani (contratista) fue comenzando el nuevo edificio en Octubre del año último; y hoy es una realidad el plan de los Hnos. Arduino, cuya experiencia y competencia en el ramo de las artes gráficas han hecho cristalizar una obra de trascendencia para el país.
Una obra bien lograda
Es así como puede edificarse, en justicia, el hermoso edificio que tenemos a la vista: porque, si arquitectónicamente es irreprochable, desde el punto de vista estético y considerada su adaptación a los fines industriales, desde el punto de vista demográfico viene a enriquecer el acervo de las construcciones urbanas aplicadas a las actividades industriales, con un ejemplar en que se reunen los más recientes perfeccionamientos de la técnica de la construcción con los de la técnica gráfica, puestas al día. Solidez, armonía, eslabonamiento expeditivo de servicios, luminosidad, aereación abundante y constantemente purificada, alegría interior, rapidez en las comunicaciones; tales son las cualidades intrínsecas del edificio aludido; a las cuales se añaden las plantas industriales diversas, con un total de 4320 metros cuadrados que abarcan todas las derivaciones de la imprenta, equipadas con setenta máquinas perfeccionadísimas, cuyo manejo evita fatigas al personal obrero, formado en la misma casa, y de una pericia insuperable para realizar las más complicadas exigencias de las artes gráficas.
Construcción
Se han empleado materiales y accesorios de primera calidad.
Acertadamente confeccionados y distribuidos, han producido una obra de carácter industrial y económico de primer orden en su género.
Distribución
Una somera enumeración de las secciones incluidas en cada planta puede dar una idea aproximada de la amplitud de todas las ramas gráficas que abarca la Impresora Uruguaya SA.
El sótano: comunicado directamente al exterior por escaleras, rampas y ascensores, recibe las mercaderías pesadas, para depósito y aprovisionamiento en general.
Planta baja: se hallan en ésta el despacho para el público, la caja, la mesa de control y el depósitode mercadería lista para entregar. Además, convenientemente independizadas, la gerencia, la sala del Directorio y la sección técnica; todo desarrollado sobre la fachada. En el interior se encuentra el taller de las grandes máquinas rotativas, litrográficas, tipográficas y estereotípicas.
El el segundo piso: tipografía, linotipos, sección máquinas impresoras chicas, barnizado; y en galería apropiada, la encuadernación.
En el tercer piso: sección cortes, sección dibujos y talleres mecánicos.
El el cuarto piso: depósito de mercaderías para uso inmediato, que recorrerán las distintas secciones.
Al visitar las dependencias antes enumeradas, se experimenta una satisfactoria impresión de orden y bienestar, reveladora del esmero con que los inspiradores y directores del trabajo han procurado que los obreros permanezcan en un ambiente favorablemente predipuesto y mantenido en ventaja de su salud, y aun de su humor, dentro del sano y moderno concepto de que la buena voluntad es el secreto de la eficiencia personal, derivada de la complacencia con que el obrero se mantiene en el ambiente del taller.
Es lógico que esa sensación y ese espectáculo nos lleven, inmediatamente después de elogiar la iniciativa que los ha originado, a aplaudir la habilidad profesional del arquitecto que ha sabudo dar realidad al pensamiento generador de esa obra laudable, merecedora de tenerse como un modelo en su género.
Ramificaciones de la empresa
La Impresora Uruguaya SA, siguiendo la línea de actividades de la firma a quien sucede, no solo se dedica a las artes gráficas en general, sino que, además, es cuantiosa importadora de papeles, tintas, etc., que distribuye en plaza al por mayor. Hace trabajos de litrografía sobre caucho, con rotativas en colores. Y, como renglón importantísimo y digno de destacarse, es editora y administradora de libros, fomentando assí en forma activa y productiva la cultura nacional, a la vez que cuida de los intereses de los autores con bien discernida vigilancia.
Quédanos aun por anotar que las máquinas son la síntesis de las artes gráficas modernas puestas, no solo al día, sino a la última hora; circunstancia que hace que de los talleres ensanchados y nuevamente instalados de la Impresora Uruguaya SA un exponente adelantadísimo de la industria gráfica, en nuestro país, como lo demuestra la ejecución de los 70000 catálogos «Centenario» para la casa «Londo París» con más de 200 páginas impresas en fotocromo, procedimiento nuevo para Montevideo.
Algunos sub-contratistas del edificio
Como era de esperarse en esa construcción se ha utilizado el conocido hidrófugo «Retracua» que tantos éxitos ha obtenido porque no solo es un incomparable impermeabilizador, sino que también aumenta la resistencia de los materiales, ya sean estos de cal o de cemento armado.
Da una idea acabada de la bondad de este producto el hecho de haber desterrado casi por completo sus similares extranjeros. Este hidrófugo nacional fue inventado y patentado hace algunos años por el ingeniero Abel Fernández catedrático de la Facultad de Ingeniería, encontrándose la fábrica en la actualidad en la calle Paysandú 1929.
Otras firmas importantes han intervenido también en la construcción del edificio y entre otras podemos citar a la Otis Elevator Company, Félix Rígoli, Juan Tiramani, Alfonso Semino, a cuya competencia indiscutida estuvieron las pinturas y decoraciones, Compañía de Porland Artigas, etc. etc.
FUENTE: El Progreso Arquitectónico en el Uruguay. Números XXX – XXXI. Noviembre de 1928.