El impulso inicial a la construcción de la escultura puede encontrarse durante el gobierno de Máximo Santos. En 1882 se aprobó una ley presentada por varios legisladores la cual promovía la construcción de un monumento en homenaje a Artigas. Debido a su condición de nexo entre la antigua y la nueva ciudad, la Plaza Independencia fue el lugar seleccionado para ubicar la estatua.
El 25 de agosto de 1884 se colocó su piedra fundamental y al año siguiente se llevó a cabo un concurso de bocetos para artistas nacionales y extranjeros a fin de seleccionar un modelo de escultura. El escultor Federico Soneira Villademoros resultó ganador de dicho concurso, aunque el proyecto nunca se concretó. Adelantándose a la construcción de dicho monumento, Juan Manuel Blanes pintó un óleo en que figuran distintas figuras políticas y militares al fondo de los cuales aparece una estatua de Artigas, la cual reproducía el boceto ganador de Soneira. La maqueta presentada por Soneira se expone actualmente en el museo de García Uriburu en Punta del Este.
El proyecto del monumento no avanzó hasta 20 años después, durante el primer gobierno de José Batlle y Ordóñez en la cual su construcción recibió un nuevo impulso. Por un lado se aprobó una ley que indicaba el traslado del monumento a Joaquín Suárez hacia una plazoleta ubicada en el sitio conocido como Mirador Suárez. Dicho monumento permaneció en la Plaza Independencia desde 1896 hasta 1906. Por otra parte, en mayo de 1907 se promulga un decreto que establece una nueva convocatoria a concurso para elegir un modelo de escultura que se ajustara a los cánones fijados por Juan Zorrilla de San Martín en una memoria histórica -cuya creación fue encargada por ese mismo decreto- sobre el prócer. Dicha obra fue publicada finalmente en 1910 con el título «La epopeya de artigas» (ed. Barreiro y Ramos) y estuvo integrada con información sobre su personalidad e historia, datos documentados y gráficos existentes sobre su gesta histórica.
En este concurso se presentaron casi medio centenar de bocetos, entre los cuales se encontraron las propuestas de escultores nacionales como José Belloni y Juan Manuel Ferrari y extranjeros como Ángel Zanelli y Gustav Eberlein. La comisión encargada de evaluar los proyectos seleccionó las propuestas de Ferrari y Zanelli como finalistas en 1913, siendo este último quien resultó el ganador del concurso. En el lugar definido para el monumento se ubicó la fuente luminosa «Los Ríos» -también denominada «Cordier» en referencia a su autor, el escultor francés Luis E. Cordier (1848-1925)- inaugurada el 25 de agosto de 1916, la cual fue trasladada en 1922 a su ubicación actual, frente al Hotel del Prado.
Inauguración
El monumento se inauguró en la Plaza Independencia el 28 de febrero de 1923, en los últimos días de la presidencia de Baltasar Brum. De acuerdo a los relatos de prensa, asistieron al acto inaugural más de cien mil personas a la que siguió una alocución a cargo del Ministro de Obras Públicas, Santiago Calcagno y de Juan Zorrilla de San Martín. Posteriormente tuvo lugar un desfile militar y una demostración de una escuadrilla de avionetas que sobrevoló la Plaza. La celebración concluyó luego de que la Banda Municipal ejecutara la obra «Al patriarca aclamo» de Alejandro Maino.
Características
El monumento cuenta con una base de granito pulido de color gris, la cual está envuelta por una banda de bronce de casi dos metros de alto que contiene relieves que evocan el Éxodo del Pueblo Oriental. La escultura esta hecha en bronce, el cual fue fundido en Italia y trasladado a Uruguay donde la estatua fue ensamblada. Entre la base y la escultura alcanzan los 17 metros de altura.