Arquitectos: Julio Butler y Stewart Vargas. Edificio propiedad del Dr. Pascual Vero. En la esquina que forman la Avenida de 18 de Julio y la calle Paraguay, se debía levantar un edificio que reuniese las siguientes condiciones:
1- En la planta baja a nivel de la calle, se proyectaría un amplio salón, sin apoyos intermedios, que pudiese en cualquier momento dividirse en dos, cosa que recientemente acaba de hacerse, lo mismo que el sótano con accesos independientes y entrada exterior. El espacio debajo de la escalera principal se aprovechó para Caja de los negocios y en el techo del garaje (con capacidad para dos coches y un depósito) algo más elevado que el resto del salón, se ubicó el escritorio de los mismos, permitiendo una fácil vigilancia y control por parte del personal superior. De esta manera dicha planta presenta una superficie útil en toda su extensión, primer punto del problema.
2- Los pisos altos en número de seis debían destinarse para apartamentos, dos en cada planta, que por imposición del programa, debían reunir las siguientes condiciones: 1º. Tener ambos, entrada por la Avda. 18 de Julio. 2º Tener sus frentes principales sobre dicha avenida. Condiciones estas que valorizarían prácticamente su ubicación, cayendo en la solución simétrica, sobre el eje de la entrada, con vivible ventaja para los apartamentos, que a su vez tienen frente sobre la calle Paraguay.
Se han dispuesto los locales en ambos apartamentos como puede verse en el plano adjunto, de la siguiente manera: inmediatamente a la entrada, se halla el hall, que con el living-room, comedor y escritorio, forman la recepción de la casa, a lo largo del corredor y en otro ambiente se ha distribuido los locales íntimos, dormitorios y baños. Completamente aparte se han concentrado los servicios en un gran patio interior, con entrada independiente y en fácil comunicación con el resto de la casa. Se han caracterizado así los tres grupos: recepción, habitaciones y servicio.
3- En la torre, coronación del edificio, se han colocado en el primer piso, las habitaciones del portero y en el segundo el gran tanque de agua circundado por una galería mirador que permite observar en todas direcciones.
En la fachada, de concepción moderna, se ha pretendido expresar la verdadera finalidad y destino de este edificio. En la planta baja, amplias aberturas sobriamente recuadradas forman margen adecuado a lo que en ellas pueda exhibirse, mientras que en el resto y en toda la elevación, solamente las líneas de estructura, desprovistas de toda ornamentación inútil, son las que dan carácter y acusan en toda su franqueza la vida interior e índole de este edificio.
Contiguo al Palacio Chiarino, desde hace años funciona el Hotel Aramaya y en su planta baja, una cooperativa de crédito.
FUENTE: Revista Arquitectura. Año XIV. Número CXXX. Septiembre de 1928