Ubicado en la esquina de Av. Dr. Luis A. de Herrera y Dr. Carlos Vaz Ferreira, en el barrio Atahualpa de Montevideo, se encuentra un templo que es un monumento histórico y una joya arquitectónica. Construida en 1870 por el francés Víctor Rabau, esta estructura fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1975.
Orígenes y Construcción
Originalmente, el templo fue edificado como un pequeño oratorio por la familia Jackson en un sector de su quinta, la antigua chacra de Larrañaga. Esta quinta fue el núcleo alrededor del cual se desarrolló el barrio Atahualpa, caracterizado por sus amplias residencias inmersas en vastos jardines.
Características Arquitectónicas
El templo, de una sola nave, destaca por su diseño gótico, elegido por su capacidad evocadora y romántica, que se integraba perfectamente con el entorno señorial y bucólico de las casas de campo de finales del siglo XIX. La presencia de un crucero es sugerida exteriormente por las dos sacristías adosadas a la nave. La esbelta torre del templo está rematada por una lujosa flecha, ubicada en el eje de la fachada principal.
Estilo y Significado
El edificio está unitariamente concebido, empleando un lenguaje gótico que refleja el espíritu romántico y la atmósfera bucólica de la época. Este estilo es una clara manifestación del eclecticismo historicista que predominaba en la arquitectura del momento. La estructura no solo servía como un lugar de culto, sino también como una expresión artística que complementaba el paisaje circundante.
Integración y Conservación
Hoy en día, aunque el barrio Atahualpa está totalmente integrado a la ciudad, el templo aún conserva características que evocan la época de su construcción. Su preservación como Monumento Histórico Nacional asegura que futuras generaciones puedan apreciar este valioso testimonio de la arquitectura y la historia de Montevideo.
Este templo es un ejemplo perfecto de cómo la arquitectura puede reflejar y preservar el espíritu de una época, manteniendo viva la historia y el patrimonio cultural de una ciudad en constante evolución.
Todo el edificio está unitariamente concebido, apelando al lenguaje gótico -por su carácter evocador- como fiel expresión del espíritu romántico íntimamente vinculado al ambiente señorial y bucólico de las casas quinta finiseculares. Se aprecia una clara manifestación del carácter ecléctico historicista que predominaba en la arquitectura al momento de construirse esta singular obra.
Fuente: http://municipioc.montevideo.gub.uy/node/38