Donde hoy se ubica el flamante edificio del Auditorio Nacional del Sodre. Donde antes, hasta el incendio que lo destruyó irremediablemente, estuvo el Estudio Auditorio del mismo Servicio Oficial de Radiodifusión Radioeléctrica -escenario de temporadas de música y ópera memorables-, funcionó desde los orígenes del edificio el Teatro Urquiza.
Allí, en la esquina de Mercedes y Andes, fue construido por el arquitecto Guillermo West sobre planos de su colega Horacio Acosta y Lara. El propietario fue un argentino, el Dr. Justo de Urquiza. El inmueble sustituyó a un teatro anterior en ese mismo sitio, llamado Alhambra.
El 5 de setiembre de 1905 se inauguró el Teatro Urquiza, con un espectáculo a cargo de la gran actriz francesa Sarah Bernhardt. Ella llegó a Montevideo con problemas en una pierna, y el Dr. Alfredo Navarro que la atendió y curó, le aconsejó una semana de reposo. La diva no atendió el consejo, y en complicidad con el empresario salió al escenario la noche estipulada. Fue protagonista de «La hechicera», obra de Victorien Sardou.
El teatro iba a tener, año a año, una intensa actividad. En su escenario se pudo ver al famoso actor Coquelin interpretando a Cyrano de Bergerac, de Rostand; al transformista Leopoldo Frégoli; a la trágica española Margarita Xirgu (que luego, después de la Guerra Civil Española, se exiliaría en Uruguay y cumpliría un decisivo papel en la formación de actores para la Comedia Nacional).
En materia de canto lírico, se dio en el Teatro Urquiza la actuación conjunta del tenor Enrico Caruso y el barítono Titta Ruffo, interpretando «I pagliacci» de Leoncavallo. Grandes textos del teatro contemporáneo se recrearon en esa sala. Obras de Jacinto Benavente, Luigi Pirandello y Gregorio Martínez Sierra. En materia de dramaturgia nacional, en el Urquiza se estrenó «Dios te salve», de José Pedro Bellán, en 1920. Y en 1933, «La cruz de los caminos» de Justino Zavala Muniz. Poco después: «La fuga en el espejo» de Francisco Espínola y «los amores de Rivera» de Orlando Aldama.
De la vecina orilla llegaban al teatro Urquiza, para realizar exitosas temporadas, figuras como Roberto Casaux, Camila Quiroga, Angelina Pagano, Eva Franco y Florencio Parravicini. Y por supuesto nuestro Carlos Brussa con su compañía (con la que por años llevo el buen teatro por todo el interior de la república). Por ley del año 1929, el Teatro Urquiza pasó a ser Estudio Auditorio del Sodre, comenzando para la sala una nueva época. En ésta, la música fue la gran protagonista. En tardes memorables, estuvieron en ese escenario; Rubinstein, Stravinsky, Toscanini, Segovia, Villa Lobos, entre otros.
El 18 de setiembre de 1971 se trunca la fecunda trayectoria de la sala, cuando un voraz incendio la destruye completamente. En el año 1985 la entonces ministra de Educación y Cultura Adela Reta, impulsó un Concurso Público Internacional y luego una licitación para reconstruir el Auditorio. Las obras comenzaron en el año 1989 pero su realización fue tan lenta que recién en el año 2008 se avanzo a la culminación de la obra. El 21 de noviembre de 2009 fue inaugurado bajo el nombre de Auditorio Nacional del Sodre Dra. Adela Reta.
El Auditorio es hoy el espacio que alberga a los cuerpos artísticos del Sodre: el BNS, la Orquesta Sinfónica, la Orquesta Juvenil, el Coro Nacional y el Conjunto de Cámara, brindando a los artistas condiciones locativas inmejorables tanto para su trabajo diario como para sus presentaciones y espectáculos ante el público. Hoy en día, el Auditorio Nacional, con sus modernas salas Eduardo Fabini y Hugo Balzo, un anfiteatro, salas de ensayo de los cuerpos estables y talleres donde se realiza la producción de montajes escénicos, es un centro indiscutido para las más diversas expresiones artísticas.
Fuentes: Alejandro Michelena