Juan Caruso, el Fotografo

El Archivo Caruso es la colección fotográfica de carácter privado más importante del Uruguay. Está formada por más de un millón de negativos que contienen y representan un período de setenta años de nuestra historia. En realidad, abarca más de un Siglo, ya que con el paso del tiempo se fue enriqueciendo con donaciones y adquisiciones a viejos fotógrafos y antiguas instituciones. Hoy podemos decir que se trata de un verdadero banco de imágenes fotográficas, equivalente en sus características, a los más importantes del mundo.

Todo comenzó en 1917 cuando el joven Juan Caruso, en realidad un muchacho de 14 años, empezó a trabajar en el Taller de Fotografía del diario «El Día». Aunque destinado a cadete fueron intuidas sus condiciones por Marcelino Buscasso, dibujante y fotógrafo, el jefe. Las enseñanzas de Buscasso prosperaron en terreno fértil. El Joven, inquieto y sensible, bien pronto aprendió el oficio y se transformo en reportero gráfico. Historia común a todos los reporteros de es época, que entraban de muchachos a la sección fotografía de un diario, y allí iban aprendiendo empíricamente todos los secretos hasta volverse competentes. Cuando 5 años mas tarde su hermano Rafael entró a trabajar a su lado, dio comienzo una larga saga fotográfica que ya lleva mas de 70 años de historia.

Reporteros gráficos y paisajistas

Desde 1921 los hermanos Caruso dijeron presente en todos los hechos partidarios, políticos y sociales de su época. Fueron testigos presenciales y plasmaron con sus cámaras los grandes acontecimientos que se vivieron en el país como el pasaje del Graf Zeppelin sobre el cielo de Montevideo o el hundimiento del acorazado aleman Graf Spee o los campeonatos mundiales de fútbol de 1930 y 1950 y sus festejos populares, etc.

Era común en aquellos tiempos que los reporteros gráficos se hicieran famosos y quedaran unidos al destino y resonancia de los personajes importantes que fotografiaban, Rafael Caruso quedó ligado al nombre de Carlos Gardel (su amigo), a quien tuvo la oportunidad de inmortalizar en una de sus expresiones mas logradas, invitándolo a cantar sobre las rocas de la Playa La Mulata. El tumo de Juan Caruso fue con Don Pepe Batlle, con la famosa foto del sobretodo largo en la escalera de su quinta en Pajas Blancas o la fotografía de Baltasar Brum con las dos pistolas.

Pero la gran oportunidad de trascender el periodismo gráfico y fotografiar con libertad creadora y expresión plástica se la brindaron los suplementos culturales y sociales de «El Día» Sobre todo el suplemento de los Domingos, de color sepia, toda una tradición entre nosotros, que llegó a salir durante 57 años. Fundado en 1932 por don Lorenzo Batlle, tuvo como primer director a Eugenio Alsina, con quien Juan Caruso formó una excelente dupla Ambos, periodista y fotógrafo, recorrieron los barrios de Montevideo y los diferentes departamentos en procura de costumbres y rincones. En su ansia de fotos insólitas y novedosas, Juan, espiritu aventurero, no vaciló en subirse a los andamios que rodeaban al Obelisco en construcción o en navegar en bote arroyos y lagunas o arriesgarse a sobrevolar en los primeros aviones las cumbres de los Andes para tomar las mas impáctantes fotografías. De esta manera, domingo a domingo, nos fueron dejando hermosas fotografías de nuestro país, ejercitando la «paisajística», una  modalidad fotográfica poco cultivada entre nosotros. Privilegio que muy pocos fotógrafos han tenido.

Equipo Caruso

En un principio «R. y J. Caruso» y después de 1955 «Equipo Caruso», surgió una sociedad de hecho para proporcionar servicios fotograficos a «El Día» Sociedad que si bien tenia su sede en el local del diario y trabajaba en forma prioritana para el, jurídicamente constituía una empresa independiente. Caso único en nuestro medio y también caso curioso, nunca se firmó un contrato por escrito. En estos mas de 70 años el equipo constituyó una verdadera escuela de fotógrafos. Donde la regla fue siempre la honestidad fotográfica, el respeto por la totalidad del negativo. Bien sabido es que la foto puede manipularse, cortarse, agregarse, tergiversarse, trucarse, etc. Juan siempre preconizaba el respeto por la verdad fotográfica. Y también el respeto por la dignidad del reportero, y su papel dentro del diario.

Los dos hermanos se complementaban en sus funciones. Juan era el productor en la calle y Rafael tal vez más organizado, dirigía la parte administrativa y con aparente mano firme el trabajo de los reporteros. Lamentablemente Rafael falleció en 1941, en un acódente automovilístico, cuando estaba en la plenitud de su labor. En cambio Juan tuvo el privilegio de vivir hasta los 88 años (falleció el 27 de marzo de 1989) Su ejemplo y su obra se perpetúan en su hijo, Antonio (Coco) Caruso, actual director del Equipo y en su nieto, Guillermo Caruso, fotógrafo e Ingeniero Agrónomo, quien mantiene firmes sus dos vocaciones.

Archivo Caruso

El fruto de esta historia es un extraordinario archivo fotográfico compuesto por más de un millón de negativos. Y lo que es más importante, en excelente estado de conservación, fechado y clasificado. No hay otro archivo de esta magnitud en todo el país. Y probablemente sea difícil encontrar otro semejante, aun en países con mayor tradición periodística. La razón es que los archivos son generalmente propiedad del diario, una sección más dentro de la empresa. Y muchas veces sufren sus vicisitudes, sus cierres o cambios de dueño. O son victimas de la necesidad de orden o de espacio.

Antonio (Coco) Caruso nos mostró el archivo, (parte). Hay 50 000 fichas, clasificadas por nombres y por temas. Resulta difícil de calcular el numero final de negativos, puesto que en algunas fichas pueden haber varios miles de ellos. Como por ejemplo la visita del Papa, que fue cubierta por diez fotógrafos durante las 24 horas del día. Debe haber más de mil quinientas fotografías sobre este tema.

En cuanto a la temática están resumidos 70 años de la vida política, cultural y deportiva de nuestro país. En realidad hay más de un siglo porque se conservan los negativos de la época anterior a los Caruso. Y sobre todo, porque muchos fotógrafos de prensa en vías de jubilación les fueron donando o vendiendo sus archivos. Como Florencio Nápoli, de «Cine, Radio, Actualidad», fotógrafo de actores y actrices del teatroy cine rioplatcnse.

Nos sorprendió un grupo de negativos del siglo pasado. Grandes placas de vidrio de 18 x 24. Entre ellas la puerta de la Ciudadela, el Hospital Maciel, el Hotel Carrasco (en construcción), hermosas vistas del Montevideo finisecular con su cerro y sus claraboyas, la Plaza Independencia, etc. Son más de cien negativos muy bien conservados, una verdadera reliquia, que data entre 1875 1900. Como estudiosos de la fotografía antigua nos sentimos orgullosos de que exista entre nosotros un Archivo Fotográfico de esta magnitud. Podemos decir que forma parte del patrimonio histórico nacional, que debemos preservar. Estamos a tiempo para que no se repitan las historias de siempre.

Este articulo fue escrito por Por Juan Antonio Varese y publicado en El Pais de los domingos.

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Ahora reproducimos un texto que habla de la actualidad del archivo que se encuentra en el diario El Pais publicado en la pagina de autores del uruguay:

Luego de la muerte de Juan Caruso y del cierre del diario El Día, en el año 1994, su hijo Antonio se trasladó con todo el material al diario El País, donde continuó trabajando como encargado de la administración del mismo hasta su jubilación, momento en que vendió el acervo fotográfico al diario.

Actualmente, el Archivo Caruso tiene una sala especial, que lleva su nombre, en los locales de El País, y está compuesto por un gran fichero, ordenado alfabéticamente, donde están registradas la fotografías que ya han sido publicadas, y varias estanterías donde reposan miles de cajas que contienen imágenes capturadas en placas de vidrio. La mayoría de estas se mantienen en el anonimato, desconocidas para nosotros y para los propios funcionarios del diario.

El acceso al Archivo Caruso está, lamentablemente, en la actualidad restringido a quienes puedan adquirir las fotografías, que son comercializadas, en su mayor parte, para finalidades publicitarias, sin que se prevea o conozca criterio alguno de difusión pública de materiales invalorables para la memoria de las costumbres, tradiciones, avances y conflictos de nuestra sociedad en el siglo pasado, del acontecer cotidiano, cultural, político e histórico de nuestro país.

Por esa razón, o por otros motivos que nunca conoceremos, sin dar razones, el diario El País no nos permitió el acceso ni la publicación, ni siquiera de un minúsculo porcentaje (se le solicitaron 100), de fotografías del archivo Caruso en este sitio, que se propone preservar y difundir, en línea, la obra de quienes nos precedieron, sin cargo y sin límite de tiempo y desde cualquier lugar. Se estima que en el archivo hay más de ocho millones de negativos sin revelar aún.

Publicado en: http://www.autoresdeluruguay.uy/biblioteca/juan_caruso/archivocaruso.htm

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